lunes, 18 de octubre de 2021

La estrechez de la distancia


 Por Dionisio Guerra

Fotos del sitio oficial de PRISMA y Eduard Serra

Escenas del Casco Antiguo de Panamá un sábado por la tarde: pasos acelerados que entre calle y calle redibujan las aceras llenas de historia, el amor burbujeando detrás de un coctel al aire libre, vestidos esponjosos posando para la eternidad, bocas que crecen con las machas del sirope del raspao y, a lo lejos, una estridencia enigmática interviene el corazón del Ministerio de Relaciones Exteriores.

El primer choque con estos sonidos nos adentra enseguida al espectáculo. Aunque a primera oída, no esté claro qué es lo que escuchamos, resulta evidente que se trata de una invitación.

El vestíbulo del Palacio Bolívar, la sede del ministerio, es un lugar sublime. Es un espacio abierto con pocas intrusiones y conserva la elegancia de un tiempo que ya no existe. Mira hacia la bahía de Panamá en el punto en que esta es atravesada por la cinta costera y en una tarde como esta, en la que el sol empieza a caer, el panorama es hermoso.



Pero, aun así, con todos estos estímulos que pueden resultar distractores no podemos quitar los ojos del performance de Eleonora Dall’Asta y Ana María Suárez, las bailarinas de la pieza Tight, que reposan en el suelo sujetas entre sí por un arnés, en su interpretación del sábado 16 de octubre de 2021 para el Festival Prisma.

La intervención sonora que escuchamos está a cargo de Jonathan Valdivieso, el otro componente de esta triada, y es a partir de su colaboración que esas imágenes, que nos ofrecen a través de la danza, se magnifican y nos cuestionan.

De la incomodidad del principio surge la belleza de una incomprensión que se nos va develando en tiempo real. Los movimientos que antes nos sugerían un escape, ahora nos hablan de cercanía. Las bailarinas nos narran, con sus cuerpos, una historia sobre la armonía en la distancia, la paradoja del espacio y la capacidad del sonido para dilatar las emociones.

Tight, de Dall’Asta, Suárez, Valdivieso está representando a Panamá en la décima versión del festival, que este 2021 ha retomado sus presentaciones presenciales.



CIE MASSALA

Mientras la compañía panameña dejó el espacio entre aplausos, Yanice Djae y Sébastien Vague, tomaron lugar en el escenario. El público atento fue bajando la intensidad de las palmas para darle paso al dúo, que pasó un tiempo sin dar indicios de lo que presentarían, como preparándonos, como conquistándonos, como haciéndonos parte.

Nos tomó por sorpresa cuando interrumpieron el silencio. Mediantre soplidos, Sébastien inicia una acción que parecía molestar a su compañero. Los ojos de los asistentes no podían apartarse del francés, perteneciente a la compañía Cie. Massala, que también participa del Festival Prisma 2021; pero en cuanto él empezó a silbar, algunos gritos de exclamación surgieron entre el público.


El bailarín despega. Es como un globo que se va desplazando abruptamente de lado a lado mientras pierde el aire. Es un juego. Es una provocación. Es una lucha de estados de ánimo. Es poesía.

Yës, como se llama la pieza, continúa con despliegue interesante de beatboxing y silbidos. Estímulos sonoros que nos resultan familiares y que empiezan a proponer una complicidad con la audiencia.

Mientras vemos a uno de ellos desplazarse con soltura alrededor de su compañero, empezamos a preguntarnos qué busca y por qué el otro tiene tan poca reacción. Entonces la pieza salta del escenario y nos involucra. Somos ambos, el perseguidor y su presa. Nuestros dedos empiezan a chasquear a la par de ellos; nuestro cuerpo empieza a reaccionar a todos los sonidos que producen y otra vez nos engulle la danza.


Antes de despedirse, los artistas improvisan una interacción con el público y la promesa es finalmente consumada. Yës no ocurre solo adelante, donde los vemos bailar; también sucede acá, de este lado, y eso, como una semilla, sigue despertando nuevas sensaciones en nosotros.


Nota del editor 

Ambas puestas del sábado 16 de octubre de 2021 en el emblemático edificio de la Cancillería pertenecen al grupo de presentaciones gratuitas que ofrece PRISMA-Festival Internacional de Danza Contemporánea de Panamá. Las otras dos han sido: 

El PRISMA LAB Juvenil, en ese mismo lugar, el domingo 10 de octubre, y la videodanza VARIEDADES, de MARLYN ATTIE (Panamá), del 9 y al 16 de octubre en Diablo Rosso, Avenida Central.



FICHAS TÉCNICAS

Dall’Asta, Suárez, Valdivieso

Cie. Massala



Editado por Salvador Medina Barahona






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