sábado, 16 de octubre de 2021

Love Matters: metáfora de un sueño sin fin


Por: Félix Ruiz Rodríguez

Fotos de Eduard Serra


El sonido del vacío -quizás cuerdas en suspenso- y un piano en solitario rompían el silencio en el Teatro Nacional la noche del 14 de octubre. 

En medio de esa ausencia nacieron sombras humanas: la música fue desarrollándose progresivamente, del mismo modo que una luz tenue les daba vida a los rostros de diez bailarines panameños seleccionados por  PRISMA-Festival Internacional de Danza Contemporánea de Panamá para el laboratorio profesional de este 2021, bajo la dirección artística de la israelí Keren Horesh-Begun.


Con ropas en tonos predominantemente pastel, los bailarines contraían, una y otra vez, sus cuerpos, relajaban sus cuellos y nucas, como si intentaran volver a su origen terrenal, en el suelo, roll downs pausados por la búsqueda natural del ser en la individualidad. La soledad. Flotar.

Las rutinas, los cambios de posiciones, las ondulaciones nos colocaban ante una espiral del silencio; ante una búsqueda aprisionada por movimientos retorcidos de dolor o evolución (dependiendo de la filosofía personal de cada quien, acerca del dolor y de los cambios). Era un sueño lo que estábamos viendo, o quizás un poema, o, por qué no, ambos; si, a la manera del poeta del modernismo español Francisco Villaespesa: “… el amor es sueño sin fin…”.



Realmente estimulante fue ver el trabajo en solitario de Ida Obediente mientras los demás bailarines se reiteraban en las secuencias de entradas y salidas en el espacio. Ser testigo de esa flexibilidad suya con la cual se fusionaba con el suelo y, asimismo, la elegancia y el vigor para despegar. Su mirada clavada en la luz frontal izquierda del escenario, como si buscara respuestas, nos invitaba a reflexionar sobre la vida, sobre esa especie de paradoja que nos confronta: vinimos solos a este mundo, pero mantenemos inmutable el ferviente deseo por conectar con el otro, por compartir el aire, por cohabitar las realidades posibles, por amar desde la colectividad y también desde la soledad. Así como partir -un día- solos, pero habiendo amado mucho.



También hay que resaltar los duetos y tríos, los amores clásicos y los triángulos amorosos, que, construidos con cargadas y entradas al piso imperceptibles, nos hicieron sentir orgullosos del talento panameño que dio vida a la pieza de Horesh-Begun, quien ha coreografiado, incluso, para la compañía israelí Vertigo Dance Company, que ha conquistado los escenarios panameños en versiones anteriores del festival.

Imposible no sentirse emocionado de ver a nuestros artistas en ese vaivén "interminable" de movimiento. Aquella ola que venía y se iba, cuyo eco -animado en las respiraciones al unísono de los bailarines- nos contó acerca de los tipos de amor donde alguien sale perdiendo tras deambular de mano en mano; o también ganando, en una vida llena de experiencias y momentos memorables.


La gran ovación de esa noche es para ustedes: Marlyn Attie, Carolina Figueiredo, Analida Galindo, Paulina León, Carla Lozano, Joameth Manzane, José Luis Montalvo, Ida Obediente, Anne Slingerland y Guillermina Vázquez. Todos grandiosos y tan nuestros.

Este resultado del PRISMA LAB Profesional también hace un llamado en todas las direcciones a apostar más por la danza contemporánea de Panamá. Ratifica que sí es posible tener bailarines con una alta calidad técnica, compromiso y pasión. Artistas con una búsqueda personal, que han salido de nuestras universidades y programas sociales; u otros que han encontrado en nuestro país un hogar. Solo 14 días con Keren Horesh-Begun bastaron para hacernos soñar y amar.






Editado por Salvador Medina Barahona




3 comentarios:

  1. felicitaciones Felix, me gustó mucho la naración, saludos

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  2. Poema en movimiento o danza poetizada, que hermosa descripción de esta puesta en escena, del baile como puente de conexión consigo mismo y con el otro, con los otros. FELIX RUIZ Gracias por invitarnos a acercarnos a esta expresión artística.

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  3. Simplemente hermoso. Sigo pensando que este tipo de arte es necesario llevarlos a las escuelas, para que los chicos se motiven y de alguna manera despierten esa crítica social que cada joven debería tener. Maravilloso 😙 me encantó ver la obra a través del escrito.

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